A los pies del pueblo, junto a la actual Papelera, se localizan las ruinas de la Ermita de San Miguel. Abandonada y comida por la vegetación, nada indica que anteriormente fuera un lugar de culto religioso. Antes de su total derrumbe en 1973, la humilde construcción contaba con una casa de ermitaño y un patio cerrado, en el que ahora crecen las higueras, con techumbre de madera a dos aguas. Era de planta rectangular con cabecera plana y tres cuerpos separados por arcos apuntados. Rocaforte contaba además de con esta y con la Iglesia de la Asunción,
con otras ermitas ya desaparecidas, como la dedicada a San Agustín (al poniente de la población), la de San Paules, la de Santa Cruz o la de San Martín, que da nombre al término en el que se hallaba.