En lo más alto del pueblo se situaba antaño el Castillo de Rocaforte, en un lugar también conocido como Txosne, por la palabra francesa Chozne, que significa “pan cabezón” y confiere a la silueta del pueblo esa forma tan característica.
El mirador, donde hoy apenas quedan unas piedras, vestigio de tiempos en los que Rocaforte representaba uno de los puntos defensivos más importantes del Reino, está habilitado actualmente con varios bancos y una mesa informativa.
Desde él pueden contemplarse unas maravillosas vistas de la comarca: Sierra de Leyre, Pico de Arangoiti, Pantano de Yesa, Santo Domingo, Peña, San Pedro, Altos de Lerga y La Vizcaya.
También ofrece impresionantes vistas no sólo del casco urbano del pueblo sino también del Oratorio de San Bartolomé y del Parque Eólico de Salajones.
Se puede ascender a él por una pendiente pronunciada pero con barandillas desde el llamado Barrio Alto.